Estrés hídrico ¿qué es y cómo manejarlo?

Estrés hídrico ¿qué es y cómo manejarlo?

Descubrí su impacto en el crecimiento de tus cultivos

Cuando hablamos de crecimiento nos referimos específicamente a división celular y para que ésta suceda, es necesaria la absorción de agua por las células.

Tanto el exceso como la escasez pueden generar situaciones de estrés hídrico y como consecuencia una pérdida en el rendimiento del cultivo.

Cuando hay escasez de agua, se ven comprometidos la mayoría de los procesos fisiológicos de las plantas, como lo son la fotosíntesis y la síntesis de proteínas (fundamentales para el crecimiento de nuestros cultivos).

En otras palabras, a mayor intensidad del estrés y mayor tiempo de exposición a la sequía, mayor será el impacto de los procesos que se dan en consecuencia

Las consecuencias del estrés hídrico en orden de aparición

  • Restricción de la expansión foliar:

Se produce una pérdida de turgencia en las células, lo que resulta en una disminución de la expansión foliar y en una menor fijación de carbono.

  • Aumento del crecimiento de raíces en relación al tallo:

Existe un cambio en el flujo de fotoasimilados hacia las raíces, lo que promueve su crecimiento en busca de agua.

  • Ajuste osmótico:

Se facilita la entrada de agua para mantener la turgencia celular y favorecer la apertura de los estomas.

  • Cierre de estomas:

Debido a la escasez de agua en el suelo, los estomas se cierran para prevenir la pérdida de agua por transpiración y evitar la entrada de dióxido de carbono necesario para la fotosíntesis.

  • Marchitez:

Las plantas experimentan una reducción en su superficie transpirable, lo que conduce a una apariencia marchita.

  • Senescencia:

Se activa un mecanismo de defensa en las plantas para reducir la pérdida de agua por transpiración frente al estrés.

  • Abscisión de hojas:

Las hojas se desprenden del tallo, con un aumento en la producción de etileno, como respuesta al estrés hídrico.

Impacto en la floración del cultivo

Durante momentos críticos como la floración, un período de estrés hídrico prolongado puede tener repercusiones negativas en la producción final y el rendimiento.

Del mismo modo, durante la etapa vegetativa, se observará una disminución en la producción de hojas, lo que inevitablemente reducirá el área foliar disponible para la fotosíntesis.

Algunos usos de la generación estrés hídrico

La generación del estrés hídrico puede tener diversas causas y propósitos.

En muchos casos, se induce estrés hídrico con el objetivo de permitir que el sustrato se seque antes de aplicar un riego profundo con nutrientes.

Sin embargo, este enfoque no considera la microbiología del suelo, la cual requiere niveles constantes de humedad para llevar a cabo sus funciones metabólicas esenciales. Esta falta de consideración puede tener un impacto negativo en la red trófica del suelo.

Por otro lado, en algunas situaciones, el estrés hídrico se emplea como una herramienta para potenciar la producción, como en el caso del cultivo de plantas destinadas a la obtención de aceites esenciales o resinas.

En estos casos, se induce el estrés hídrico con el fin de redirigir el carbono asignado al crecimiento hacia la síntesis de metabolitos secundarios, lo que contribuye a aumentar la productividad de la planta.

Además, el estrés hídrico también se utiliza para incrementar los niveles de sólidos solubles, conocidos como brix, durante la etapa de maduración de los frutos.

Esto resulta en un aumento en el contenido de azúcares y una disminución de los ácidos orgánicos, lo que puede mejorar la calidad y el sabor de los productos finales.

Impacto del Estrés Hídrico en los Protozoarios

Recordemos que los protozoarios son microorganismos del suelo que se alimentan principalmente de bacterias.

Son esenciales para el ciclo de nutrientes, ya que ayudan en la descomposición de la materia orgánica y en la liberación de nutrientes para las plantas. Además, los protozoarios contribuyen a mantener el equilibrio microbiológico del suelo, lo que es fundamental para su salud y fertilidad.

Cuando el suelo experimenta estrés hídrico debido a la falta de agua, los protozoarios también se ven afectados.

Estos microorganismos necesitan agua para sobrevivir y moverse ágilmente en el entorno del suelo.

Cuando el suelo se seca por evaporación, los protozoarios pierden su movilidad y quedan en un estado inactivo, similar a la animación suspendida.

Esta inactividad compromete su capacidad para alimentarse de bacterias y para mantener el equilibrio microbiológico del suelo.

Consecuencias del Estrés Hídrico en la Microbiología del Suelo

Dado que los protozoarios son responsables de consumir aproximadamente el 90% de las bacterias del suelo, su inactividad puede conducir a un aumento descontrolado de la población bacteriana.

Este desequilibrio puede alterar el ciclo de nutrientes del suelo y afectar la disponibilidad de nutrientes para las plantas. Además, el aumento de bacterias puede cambiar el metabolismo del suelo y afectar negativamente su salud y fertilidad a largo plazo.

Por lo anterior, es necesario comprender cuales son las buenas prácticas de cobertura de suelo para poder mantener los niveles óptimos de humedad.

¿Cómo promover la diversidad Microbiológica en el cultivo?

La aplicación de té de compost orgánico y té de protozoarios derivados de materiales orgánicos como alfalfa, trigo y avena puede ayudar a restaurar el equilibrio microbiológico del suelo y mejorar su salud y fertilidad.

Asimismo, es fundamental mantener niveles óptimos de humedad, a través de las buenas prácticas de cobertura del suelo.

Te contamos algunas:

Usá cobertura seca, la cual ayuda a evitar la pérdida de humedad y permite aprovechar al máximo el recurso hídrico durante el riego, reduciendo así la evaporación, especialmente en días calurosos.

Tené en cuenta que esta cobertura puede crear un microclima húmedo y denso en la parte baja de la atmósfera, lo que puede ser propicio para el desarrollo de hongos patógenos oportunistas.

Una vez colocada la cobertura, es necesario ajustar la frecuencia de riego para evitar que el suelo se vuelva anaeróbico debido a la acumulación de agua, lo que puede favorecer la proliferación de hongos descomponedores como Fusarium y Rhizoctonia.

Es importante ser cauteloso durante los días de lluvia, evitando regar antes y después de las precipitaciones para evitar que el suelo permanezca húmedo por períodos prolongados.

Estas prácticas además ayudan a prevenir la proliferación de hongos que pueden causar daños en hojas y tallos, especialmente en los entrenudos, donde las ramas se insertan en el tallo principal.

Recordá que mantener un equilibrio microbiológico saludable es fundamental para la salud y la fertilidad del suelo, y adoptar prácticas de manejo sostenibles ayudará a mitigar los efectos negativos del estrés hídrico en el suelo y en tus cultivos.


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